GranadaDown
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Consideramos que la adquisición de la lectura es la herramienta básica de acceso a otros aprendizajes y la clave para una inclusión educativa. De ahí, que se haga tanto hincapié a las familias en que refuercen el proceso lector de sus hijos en casa. También se explica al profesorado el uso de dicho método y se atienden las dudas que pueden surgir durante el proceso.

Un método que a partir de la globalización:

  • Atiende la diversidad.
  • Respeta el ritmo de aprendizaje.
  • Estimula el lenguaje

Un material especialmente dirigido a Profesionales:

  • Logopedas
  • Psicólogos
  • Maestros
  • Y a todos los profesionales que trabajan con alumnos en integración

Características generales

  • Es globalizado, ya que los alumnos/as perciben los objetos de una forma global. Es necesario presentarles una imagen lo más real y próxima posible a ellos (mediante palabras), para irnos desplazando más tarde a los elementos (sílabas). Por esto, el material a utilizar será de imágenes cercanas a ellos para despertar su interés y facilitar así su comprensión y verbalización.
  • Es individualizado porque tiene en cuenta el ritmo de aprendizaje de cada alumno/a. Se puede aplicar aunque no se haya conseguido la madurez lectora que otros métodos exigen para su comienzo.
  • Debe ir orientado hacia el éxito, por lo que con ayudas más o menos directas el niño/a debe dar la respuesta correcta. No se le puede exigir más de lo que puede dar; de lo contrario se aburrirá y desmotivará. Cuidado con nuestras frustraciones; el niño/a que se está esforzando no debe percibir nuestro desencanto; muy al contrario hay que reforzar sus pequeños avances. Tener presente siempre que si no progresa, lo más probable es que sea por falta de creatividad del adulto o por falta de motivación.
  • Debe realizarse de forma lúdica y motivante: trataremos que descubra que el aprendizaje es un placer, procurando que aprenda a aprender. La motivación, tan fundamental en estos alumnos/as, se consigue por medio del material visual del propio método, ya que la percepción y memoria visuales son mejores que las auditivas en las personas con síndrome de Down.
  • Debe iniciarse lo más precozmente posible (hacia los 4 años) porque se adelanta la construcción del lenguaje; se pueden conseguir determinados conceptos básicos y se motiva, desde los primeros años, con el éxito en el aprendizaje. No obstante, cada niño/a tiene un nivel y ritmo de desarrollo. Lo importante es que cada uno siga su ritmo, por lo que no debe pasar de nivel si el anterior no ha sido alcanzado.
  • La evaluación de sus procesos es fácil ya que las palabras nuevas que se aprenden pueden ir apareciendo en el lenguaje oral y con mejor pronunciación. La formación de frases en la lectura puede facilitar la estructuración del lenguaje oral. Cuando se empiece a aplicar, se ha de intentar no sólo trabajar la lectura sino aprovechar para incidir en otra serie de aspectos que el alumno/a esté realizando en ese momento y le interese de forma que se haga una globalidad en sí del proceso, sobre todo en los pequeños.
  • El proceso de aprendizaje retomará siempre lo conocido para ir a lo desconocido. Es decir, de los objetos y personas más familiares para el niño, a la palabra escrita. De esta forma se irá desarrollando todo el proceso analítico. Hay que tener en cuenta que algunos necesitarán pequeños pasos para ir de un ejercicio a otro, mientras que otros podrán hacerlo rápidamente. Es fundamental respetar este ritmo individual.
  • Aunque el método es en sí mismo para todos, siempre se ha de pensar que la motivación no es generalizable por lo que el alumno/a no sólo evoluciona de forma diferente, sino que tendrá diferente material que trabajar. Por ello, al representar el material, hay que partir del mundo de sus propios intereses, procurando que existan aferencias múltiples para la misma tarea, estableciendo estrategias que fuercen la entrada de los estímulos, de manera que el alumno/a sienta dentro de sí mismo: que esa información la asimila. Deben ser, pues, estrategias diferentes para que su plasticidad cerebral aumente.
  • Las tareas deben programarse con objetivos reducidos y bien hechos, descomponiendo sus contenidos. No se deben esperar deducciones fáciles ya que en ellos es difícil la generalización.
  • Usaremos siempre refuerzos positivos: una simple sonrisa, decir » ¡¡bien!! «, hace que su conducta esté jalonada de momentos agradables, porque los alumnos/as con síndrome de Down ya tienen bastante disminuida su autoestima. Es importante resaltar que para conseguir la máxima eficacia en la aplicación de este método, los padres y los maestros emprendan una tarea común, ya que el trabajo constante y sistemático de ambos potenciará el hábito y la buena predisposición para el aprendizaje de estas personas con necesidades educativas especiales. Se tendrá siempre presente que el objetivo final que se persigue al enseñar a leer a un alumno/a con síndrome de Down no finaliza en sí mismo.

Lo que perseguimos, en última instancia, es facilitarles una vida más autónoma y de participación en la sociedad. En definitiva, queremos resaltar que usando esta metodología apropiada, ofrecemos un aspecto de la adaptación curricular del área del lenguaje que exige hoy la «diversidad de nuestro modelo educativo».

Prerrequisitos

Comúnmente se consideraba que un alumno/a para iniciar la lectura debía hablar y haber alcanzado también una serie de prerrequisitos tradicionales como son: la lateralidad bien definida, el reconocimiento del esquema corporal, la buena estructuración y organización del espacio-temporal, el buen sentido del ritmo, la coordinación motriz y tantos otros que todos conocemos y que, si esperamos a que el alumno con síndrome de Down adquiera, empezaría a leer bastante tarde, con la repercusión negativa que esto tendría para su autonomía y normalización. Este método no precisa de los prerrequisitos anteriores, si bien para poder comenzar este método el alumno ha de saber:

  • Que cada cosa-objeto tiene un nombre.
  • Debe tener un buen grado de atención.
  • Tener capacidad discriminativa.
  • Tener algo de memoria.
  • Si destaca que no es imprescindible, para iniciarlo, que el alumno/a sepa hablar.

El método

1. Asociación del dibujo a la palabra escrita: El dibujo y la palabra. Conviene iniciar el proceso de lectura global con los nombres del alumno/a y sus familiares más cercanos. Se elaborará este material individual como el resto de las palabras que se ofrecen a lo largo de este método.

2. Asociación de palabras iguales: Las Palabras.
Una vez que el alumno/a vaya identificando la palabra con la fotografía, pasaremos a asociar las palabras iguales, sin fotografía.

3. Discriminación del artículo
Como el alumno/a ha aprendido a leer las primeras palabras acompañadas de su artículo, en este momento es conveniente, y antes de comenzar con la fase analítica, que aprenda a discriminarlo.

4. De la palabra a la frase
Cuando el alumno/a conozca las palabras de su familia y unas 10 más de su interés, se le introduce la tarjeta con el dibujo del verbo que se trabaja de igual forma que en el proceso del capítulo I del método.

  • Lectura de frases sencillas
  • De las frases a los cuentos personales

5. Iniciación a la lectura silábica

  • Descomponer palabras conocidas. Superado el proceso de la lectura de frases, el alumno/a estará en situación de comenzar con la fase analítica.
  • Formar una palabra conocida entre varias rotas. Con la descomposición de las palabras conocidas, el alumno tiene conocimiento de varias sílabas directas.
  • Formar una palabra nueva con sílabas conocidas. Con las sílabas rotas de las palabras conocidas se le invita a que forme palabras nuevas.

6. Lectura de cuentos comerciales
Al finalizar el paso anterior se podrá empezar a leer cuentos de tipo comercial como: «poquito a poco» y otros similares. Lo importante de los cuentos que utilicemos es que el tamaño y forma de la letra sea lo más parecida posible a la utilizada y que refuercen las sílabas y las palabras aprendidas.

7. Iniciación en el uso de cartillas
Se comenzará el uso de cartillas como un medio auxiliar dentro del programa de lectura, aunque no será el fundamental ni el único.

8. Iniciación en el uso del diccionario
Para ello, se preparará un diccionario con las palabras que ya conoce el niño. Las definiciones de cada una de ellas estarán formadas por el concepto que el niño haya dado de cada palabra, siempre que sean correctas respecto al contexto.

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